Es alarmante las cifras oficiales de obesidad infantil en el mundo, y sobre todo en México, que encabezamos la lista a nivel mundial.
Hay una iniciativa ya del gobierno de México, para implementar como materia en las escuelas, la nutrición, pues estamos dando muestras de que algo estamos haciendo mal en los hábitos alimenticios de nuestros hijos, y de nosotros mismos, en referencia a la calidad y que consumimos dentro y fuera de casa.
A esto le sumamos la falta de ejercicio y actividades al aire libre como en generaciones de otras épocas, donde no se encerraban todas las tardes a jugar wii, ó Xbox; se acostumbraba a jugar avioncito, encantados, quemados, patines, bicicletas, patinetas, en fin, una lista enorme de actividades que mantenían a los niños corriendo, quemando calorías, echando a volar su imaginación, y todo esto aparte de que no costaba un peso, los distraía de estar pensando en comer, y tenían más amigos pues estaban acostumbrados a socializar, negociar, tolerar, etc.
Con el sentido opuesto a esta época, dónde el estar en los aparatos electrónicos, solo los hace pensar en la comida rápida de la alacena, y la actividad más vigorosa que se realiza aparte de mover ágilmente los pulgares, es la de jugar algún juego virtual , como esquiar, jugar boliche, etc.
Encerrados en un aire viciado, solos y con su imaginación casi limitada a lo que le digan que tiene que hacer en el juego.
Menciono todo esto porque es una de las causales de la obesidad infantil.
Darse cuenta de los primeros signos de la obesidad infantil no es tan fácil como parece, porque el inicio de la enfermedad se puede dar en el momento menos pensado.
Las causas de la obesidad en niños y adolescentes no son siempre genéticas: a veces el principal problema es que los hábitos de alimentación de la familia son inadecuados.
El bajo rendimiento escolar y deportivo puede significar uno de los primero signos del sobrepeso insano. Por ese motivo, los padres debemos estar atentos a todos los factores y observar si notamos algún cambio en nuestros hijos, como la forma compulsiva al comer.
Por otro lado, es importante reconocer que el abuso de golosinas, comida rápida o actitudes sedentarias, como comer frente al televisor, desfavorecen a la buena alimentación.
Debemos ser lo más observadores posible porque la obesidad puede ser causada por una actitud de “escape”, es decir, los niños pueden refugiarse en la exageración de ingerir alimentos para olvidar problemas de la casa o la escuela.
Mitos sobre la obesidad infantil:
· La gordura es indicio de estar sanos.
· Cuando de “el estiron” adelgazará.
· La obesidad infantil no es una enfermedad.
Consecuencias emocionales:
- Problemas familiares
- Depresión
- Ansiedad
- Inestabilidad emocional
- Dificultad para relacionarse con otras personas
- Trastornos en la alimentación
- Actitudes antisociales
- Ideas suicidas
- Percepción distorsionada de si mismo
- Burla de los hermanos y amigos
- Rechazo por los compañeros de clase
- Pobre desempeño de actividades deportivas
- Baja autoestima
Enfermedades relacionadas:
- Altos niveles de colesterol y falta de oxigenación en los tejidos.
- Gastritis o gastroenteritis
- Infarto al miocardio
- hipertensión arterial
- infarto cerebral
- Diabetes
- Hipotiroidismo
Tips para tratar la obesidad
· Iniciar un hábito alimenticio determinando, con horas de alimentación fijas y porciones establecidas.
· Elegir una dieta adecuada en la que participe toda la familia, de esta manera el pequeño aprenderá a comer sano, con el ejemplo.
· Controlar el consumo de la llamada “comida chatarra”, como golosinas, dulces, comida rápida, entre otros.
· No imponer dietas drásticas.
· Reducir el consumo de harina y azúcar refinada.
· Sustituir, alimentos refinados por integrales, azúcar blanca, por azúcar mascabado o miel de abeja, etc.
· Cambiar la botana del fin de semana de frituras, por zanahorias, jícamas, pepinos, rallados, en palitos, y dippearlos en jocoque o yogurt natural.
· Reducir el consumo de grasas, usar para cocinar el aceite de semilla de uva , y el aceite de olivo extra virgen para usarlo en frio en ensaladas, etc.
· Alejar los pequeños de las bebidas gaseosas, ofrecerles mejor, aguas frescas de frutas naturales, y sobretodo hacerlos aliados del agua natural.
· Iniciar ejercicios rutinarios para la buena salud, que sumado a una óptima alimentación favorecen a la disminución del peso o en su defecto al control del mismo.
El pediatra:
· Es importante que de forma cotidiana el pediatra vea a su hijo para valorar como es su proceso de desarrollo y maduración, y en el caso de encontrar alguna anomalía, obesidad, poner inmediatamente las medidas oportunas para evitar su evolución.
Es un deber como adultos, guiar a los pequeños de nuestro alrededor, y entre todos unirnos a esta lucha contra la obesidad infantil.
Les dejo un fuerte abrazo, y mis mejores deseos para generaciones más sanas fisica y emocionalmente !
Vane
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