La manzanilla es una hierba, con una pequeña flor de pétalos blancos y centro amarillo, que crece multitudinalmente en algunas zonas de Latinoamérica. De hecho, de ahí mismo fue exportada al resto del mundo, donde ya se emplea en forma común.
El sabor que tiene es algo dulce y suave, lo que la convierte en ideal para tisanas.
Para preparar una deliciosa tisana de manzanilla, debes primero tomar algunas hojas y flores secas de esta planta y ponerlas a hervir en agua, siguiendo el tradicional procedimiento de las infusiones.
Al cabo de quince minutos de hervor, la dejas reposar por otros cinco y luego la cuelas. Ya está lista para ser bebida.
Puedes endulzarla con azúcar o miel. Además de ser muy sabrosa, es ideal para tratar trastornos relacionados con el sistema digestivo como ser la diarrea o la gastritis, asimismo para las irritaciones, molestias oculares o para el acné. Una hierba completa, como verás.