La palabra Kefir en turco significa “bendición”. Igualmente esta palabra también derivaría de la palabra “kef” o “kefy” que significa “sabor agradable”.
Durante siglos fue el secreto mejor guardado de muchas tribus de origen caucásico.
Hoy el kéfir es conocido en todo el mundo, y cada día reúne más adeptos.
También llamado yogur búlgaro, se trata de un fermentado lácteo, producto de la combinación de bacterias probióticas (Lactobacillus acidophilus) y levaduras (Saccharomyces kefir) en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares.
Los gránulos que son utilizados para su elaboración tienen un aspecto parecido al de la coliflor.
Existen tres tipos de kéfir: de leche, de agua y de té o Kombucha (es una bebida fermentada de ligero sabor ácido) ; algunos opinan que el de agua es mejor que el de leche, pero el más extendido es éste último porque tiene mejor sabor.
¿Tradicionalmente cómo se preparaba el kéfir?
De manera tradicional, los distintos nódulos de kéfir se generaban como consecuencia de cuajar la leche fresca en cántaros de madera, cuyo proceso era necesario para conservar los diferentes excedentes lácteos ante la evidente ausencia de refrigeradores.
Después de cuajar la leche durante varios días en el mismo recipiente, en sus paredes se formaban precisamente estos gránulos de consistencia gelatinosa.
Por ejemplo los habitantes del Cáucaso empezaron a obtener una bebida de sabor ciertamente agradable, y que contaba con una serie de beneficios tanto importantes como destacados.
¿Cuales son sus beneficios?
El kéfir, al ser un alimento probiótico, ayuda a regular y regenerar la flora intestinal, por lo que su consumo es adecuado cuando se produce algún desequilibrio de la flora o cuando, por ejemplo, seguimos algún tratamiento médico que la altere (como puede ser el consumo de antibióticos).
Es una cualidad muy importante, dado que gracias al kéfir nuestro organismo consigue transformar la flora intestinal putrefacta en bacilos lácticos con propiedades antisépticas.
También es un alimento digestivo, útil en caso de indigestión y de digestiones pesadas ya que favorece la correcta digestión de los alimentos que consumimos.
Por otra parte, algunos estudios han constatado su utilidad para evitar el estreñimiento, reducir el riesgo de cáncer de colony combatir la Escherichia coli.
En el caso particular del estreñimiento, el kéfir actúa como laxante suave, mientras que también es útil para la regulación del tránsito intestinal.
Ayuda fortalecer las defensas.
Si necesitas aumentar las defensas no hay duda que encontrarás en el kéfir a un grandísimo aliado, ya que al regenerar y restablecer nuestra flora intestinal, también ayuda a la hora de reforzar nuestro sistema inmunológico.
Bueno para un sistema cardiovascular sano.
Diferentes estudios científicos han podido constatar que un consumo regular de kéfir ayuda a cuidar nuestro sistema cardiovascular, y prevenir o tratar sus diferentes trastornos.
Por ejemplo, se ha demostrado que consumir kéfir regularmente ayuda a reducir los niveles de colesterol alto y de triglicéridos, a la vez que es capaz de regularla presión arterial.
Otras propiedades del kéfir
• Útil en el tratamiento natural de la anemia.
• Ayuda al tratamiento de las alergias de la piel.
• Disuelve las piedras de la vesícula biliar y los cálculos renales.
• Rico en propiedades antioxidantes.
• Ayuda a regular el sistema nervioso, mejorando la concentración y la atención.
• Útil en caso de insomnio, ansiedad, estrés y depresión.
Como podrán ver, es un fantástico alimento y en la próxima entrada compartir con ustedes como prepararlo en casa!
Con todo mi cariño, Vane
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