Nada igual a una salsa hecha en un molcajete de piedra!
Lo he intentado haciéndola en licuadora y no sabe igual.
Aquí el único inconveniente es que quedan tan ricas las salsas que no puedes dejar de comer, y comer, con tal de ponerle salsa a todo!
Necesitas:
Un molcajete de piedra con todo y su mortero.
4 jitomates rojos pequeños.
1 diente de ajo pequeño.
3 chiles de árbol secos.
Sal al gusto en grano. (yo uso lo que agarre con mis tres dedos, como pinza)
En un sartén de teflón a fuego bajo, se van a poner a dorar los jitomates, dándole vuelta constantemente para que quede con color quemado en todos los lados posibles. Ya que el jitomate este cocido, se pone en un plato aparte.
Colocamos los tres chiles a dorar en el mismo sartén, y ya que estén de un color tostado se retira del fuego también.
En el molcajete se pone la sal y los chiles, y se pulverizan.
En seguida se agrega el ajo a desbaratarlo bien.
Una vez que ya está bien integrado el chile, el ajo y la sal, se agrega uno por uno los jitomates para irlos moliendo con el mortero hasta que quede la consistencia que más nos guste.
A mi en lo personal no me gusta que quede muy machacado)
Se rectifica la sal, y si ya está bien, se procede a comerla!
En quesadillas, tacos, totopos, carne, frijoles a todo le va bien!!
Provecho!
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